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Ayudarnos todos con la resiliencia colectiva. 10 Aprendizajes sociales para momentos de dificultad y 10 sugerencias de actuación

La resiliencia podemos definirla como la capacidad de encarar dificultades estresantes y seguir adelante con serenidad y con compromiso, manejando nuestras emociones y nuestros actos desde lo mejor de nuestras cualidades.

Escribimos este artículo en un contexto en el que la convivencia colectiva con la pandemia y sus sucesivas olas sigue alargándose, y en el que en las empresas y centros de trabajo están sumándose problemas adicionales nuevos. En muchos casos estos problemas nuevos son problemas derivados precisamente de la situación de pandemia, como las bajas laborales y la fatiga de las plantillas, y en otros casos son problemas añadidos nuevos como todos los que se están produciendo por ejemplo en la industria por la falta de suministro de componentes. Todo ese conjunto representa un reto de primer nivel para la salud mental en las personas y en los equipos, y también para nuestra capacidad colectiva de encarar dificultades y seguir adelante, nuestra capacidad colectiva de resiliencia.

«La metáfora del Alto de San Roque«. Con ese nombre es como recordamos una vivencia del verano 2021 haciendo el Camino de Santiago en bicicleta, cuando después de haber conseguido subir lo que visiblemente parece la dificultad principal del Camino (El Alto del Cebreiro) aparece inmediatamente detrás y como por sorpresa una nueva cuesta dura que hay que superar (El Alto de San Roque). Como una metáfora de la situación de primero la pandemia y después a continuación los nuevos problemas añadidos.

Lo que traemos aquí es una traducción-resumen libre del artículo “Collective resilience in times of crisis: Lessons from the literature for socially effective responses to the pandemic”, publicado en el British Journal of Psychology. Es un artículo de estilo académico, lleno de citas a otros estudios e investigaciones. Los autores son Guy Elcheroth y John Drury, si algo te gusta en esta traducción-resumen puedes agradecérselo a ellos.

Las preguntas iniciales que los autores se hacen en el artículo original son éstas:

  1. ¿Qué aprendizajes sociales tenemos constatados para los momentos de dificultad? ¿Qué lecciones aprendidas nos enseñan los estudios publicados sobre situaciones de resiliencia colectiva?
  2. ¿Qué sugerencias de actuación colectiva podemos identificar en consecuencia para ayudarnos todos en las situaciones de dificultad en los grupos y en los equipos?

Ya adelantamos que el final hay una conclusión con un espacio para el optimismo, si por el camino ahora en cada ámbito se actúa con responsabilidad.

Resumen

10 Aprendizajes Sociales para los momentos de dificultad

  1. La adaptabilidad del comportamiento individual y colectivo en momentos de dificultad puede ser enorme y ultra-rápida
  2. En situaciones difíciles tienen más influencia los ejemplos de comportamiento que nos damos a los demás
  3. Proponer en los grupos normas poco prácticas puede generar efectos contraproducentes
  4. Cuando se propone a personas o grupos realizar esfuerzos de resiliencia, el compromiso con atenderlos sube cuando hay percepción de identidad común con las personas que los proponen.
  5. Favorecer en los grupos un sentimiento de continuidad en el tiempo multiplica la motivación colectiva.
  6. En adversidades, los valores sociales compartidos en un grupo suben de inmediato su papel como guía para el comportamiento colectivo.
  7. Es probable que ante crisis o retos intensos surjan nuevas formas de solidaridad.
  8. La colaboración ante las dificultades puede caer si se crean nuevas desigualdades dentro de los grupos.
  9. La confusión y la falta de información son peores de manejar que las verdades, aunque sean verdades incómodas.
  10. Cuidar las relaciones en cada grupo es un factor crítico de resiliencia colectiva.

10 Sugerencias de Actuación en consecuencia

  1. Estar preparados para que todo pueda cambiar rápidamente y tener formas para gestionar los cambios
  2. Mostrar buen ejemplo y dar visibilidad a los muchos buenos ejemplos, más que a las malas excepciones
  3. Favorecer instrucciones claras, aplicables y no contradictorias.
  4. Lideramos mejor a otras personas si antes y después nos ganamos merecerlo
  5. Recordar las pruebas anteriores superadas juntos.
  6. Recordar y reforzar los valores compartidos.
  7. Facilitar que la solidaridad espontánea se exprese.
  8. Mostrar que la vulnerabilidad es compartida y atenderla.
  9. Compartir la información que se tenga y facilitar activamente la comunicación entre las personas.
  10. En crisis, facilitar la continuidad de las relaciones sociales y cuidar con buen criterio nuestra manera de relacionarnos.

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#1. Aprendizaje social: La adaptabilidad del comportamiento individual y colectivo en momentos de dificultad puede ser enorme y ultra-rápida

En períodos de relativa estabilidad social los comportamientos de las personas están a menudo determinados por un conjunto de factores previos: valores personales, costumbres, normas sociales, contratos, leyes, etc. Esto implica que un posible comportamiento nuevo incipiente enseguida es fácilmente reabsorbido por la inercia del conjunto de todo ese sistema global de factores. Sin embargo esto puede funcionar justo a la inversa en los momentos de crisis general de cualquier tipo. Como en una especie de efecto dominó por todos lados, en momentos de crisis pueden generarse cambios enormes y ultra-rápidos por todas partes. Un ejemplo podría ser el salto generalizado al teletrabajo y a la utilización de herramientas online en los primeros meses de Covid.

Sugerencia de actuación 1: Estar preparados para que todo pueda cambiar rápidamente y tener formas para gestionar los cambios

Cuando estamos en situaciones altamente estresantes y además cambiantes, es fundamental tener un canal de maniobra organizado para adaptar las acciones al curso de los acontecimientos. Nos ayuda también comunicar con serenidad a nuestro colectivo de referencia que todas las medidas que adoptemos son provisionales y que las iremos adaptando a lo que vaya siendo mejor.

#2. Aprendizaje social: En situaciones difíciles tienen más influencia los ejemplos de comportamiento que nos damos unos a otros

En momentos de incertidumbres e inestabilidades, la mayoría de las personas tienden a observar qué hacen sus iguales, sus colegas (los de mi país, mi pueblo, mi generación, mi gremio, mi empresa, mi departamento,…). Es relevante que muy a menudo esta observación se produce a través de medios de comunicación, ya sean medios de comunicación de masas, redes sociales o canales de comunicación interna en las empresas.

Sugerencia de actuación 2: Mostrar buen ejemplo y dar visibilidad a los muchos buenos ejemplos, más que a las malas excepciones

Millones de personas están realizando esfuerzos extraordinarios para una adaptación eficaz a las nuevas circunstancias. Tenemos la oportunidad de contar y difundir millones de buenos ejemplos. Los ejemplos inspiran a los demás. En el otro sentido, nombrar en exceso los comportamientos contrarios puede dar la falsa sensación de que lo no-positivo es lo frecuente y lo normal. Si acertamos con la comunicación podemos buscar maneras de denunciar lo incorrecto sin confundir ni desdibujar la percepción sobre el masivo esfuerzo real positivo que cada colectivo está haciendo.

 #3. Aprendizaje social: Proponer en los grupos normas poco prácticas puede generar efectos contraproducentes

Las instrucciones y regulaciones solo son efectivas si son aplicables en la práctica, de lo contrario pueden desencadenar efectos no deseados. Una norma desafortunada propuesta en un grupo favorece el incumplimiento y el desinterés por otras normas propuestas.

Sugerencia de actuación 3: Favorecer instrucciones claras, aplicables y no contradictorias.

Lo que se proponga a cada colectivo debe ser bien comprendido como viable y acertado. Cuidar la toma de decisiones sobre las propuestas a cada grupo y la calidad de la comunicación. Cuidar además que desde cualquier posición de influencia o de liderazgo no se emitan mensajes contradictorios, ni decir unas cosas y hacer luego otras.

#4. Aprendizaje Social: Cuando se propone a personas o grupos realizar esfuerzos de resiliencia, el compromiso con atenderlos sube cuando hay percepción de identidad común con las personas que los proponen.

La motivación para atender propuestas sube cuando se perciben como provenientes de “alguien de los nuestros”. Ocurre además que las personas podemos sentirnos a nosotros mismos como pertenecientes a diferentes colectivos simultáneamente.

Sugerencia de actuación 4: Lideramos mejor a otras personas si antes y después nos ganamos merecerlo

Si la aceptación real de las pautas a seguir sube cuando hay identificación con quien las propone, entonces quien las propone es más eficaz si se muestra empáticamente creíble como alguien validado por el colectivo. En sentido contrario, evitar por ejemplo situaciones en las que profesionales de un departamento dieran pautas a seguir a los de otro departamento sin haberse trabajado antes mínimamente antes la percepción de una identificación adecuada.

#5. Aprendizaje social: Favorecer en los grupos un sentimiento de continuidad en el tiempo multiplica la motivación colectiva.

La pertenencia a grupos sociales conlleva la idea de ser parte de algo más duradero que nuestra propia existencia finita. Muchos autores acreditan que la continuidad colectiva proporciona ánimo y orientación a las personas, especialmente cuando se enfrentan a amenazas extraordinarias. Por lo tanto, una parte de la respuesta colectiva a las crisis depende de la comprensión que tengamos del pasado conjunto y del posible futuro conjunto.

Sugerencia de actuación 5: Recordar las pruebas anteriores superadas juntos.

Podemos ayudarnos todos destacando experiencias pasadas y presenten que muestren nuestra capacidad de superar retos. Otra vez con la comunicación, es útil que el relato de esas experiencias identifique bien los comportamientos concretos apreciados que pueden ayudarnos en cada momento.

#6. Aprendizaje social: En adversidades, los valores sociales compartidos en un grupo suben de inmediato su papel como guía para el comportamiento colectivo.

En momentos de incertidumbre o de crisis de cualquier tipo muchas personas elevan su atención hacia los valores básicos compartidos en el colectivo de referencia. Los valores podrían ser ideas como por ejemplo la solidaridad y el mutuo socorro, la salud primero, los niños primero, … u otros muchos. También en las empresas y centros de trabajo pueden existir valores compartidos y criterios compartidos que ayuden a las personas a desenvolverse.  

Sugerencia de actuación 6: Recordar y reforzar los valores compartidos. 

Mencionar los valores compartidos y los criterios generales, hablar de ellos, darles visibilidad. Son una referencia inspiradora para las personas en momentos de dificultad. Es razonable confiar en valores compartidos de mentalidad cívica y dirigirse a las personas como portadoras de responsabilidades y lealtades de buena voluntad. La sobre-comunicación o mala comunicación de comportamientos inusuales puede reforzarlos y generar un efecto cascada. Evitar alimentar mensajes de pánico colectivo o de mayor desastre o desestructuración tipo “alarma, en las tiendas están agotando el papel higiénico”. Otra vez, la sugerencia es dar visibilidad a los comportamientos positivos y contextualizar como anecdóticos los que así lo son.

 #7. Aprendizaje social: Es probable que ante crisis o retos intensos surjan nuevas formas de solidaridad.

Los estudios avalan que personas expuestas a experiencias retadoras intensas o incluso a desastres pueden desarrollar grupos emergentes de ayuda mutua y solidaridad. La sensación de que “estamos en un mismo barco” genera un sentimiento de identidad común que potencia el apoyo mutuo y que presta a cada persona y al colectivo una contribución inigualable de ayuda ante momentos de especial dificultad.

Sugerencia de actuación 7: Facilitar que la solidaridad espontánea se exprese.

Dado que las grandes situaciones adversas difícilmente pueden superarse sin el mejor ánimo posible y sin una cooperación generalizada, es esencial facilitar y reconocer las formas de apoyo mutuo que puedan surgir nuevas. Es remarcable que en muchos casos esa sensación de identidad común se mantiene espontáneamente a largo plazo y eso continúa siendo una referencia valiosa para las personas para estimular positivamente su propio comportamiento individual a lo largo del tiempo.

#8. Aprendizaje social. La colaboración ante las dificultades puede caer si se crean nuevas desigualdades dentro de los grupos.

Muchos autores certifican que el principal obstáculo para que se mantenga un sentido de destino común frente a un gran problema es la distribución desigual de riesgos y de cargas. El ánimo y el esfuerzo con el compromiso común decaen cuando dentro de cada colectivo (cada país, cada empresa,..) ciertos subgrupos son percibidos como invulnerables o como menos afectados por los problemas. Igualmente ocurre también cuando otros subgrupos se sienten especialmente perjudicados o no considerados.

Sugerencia de actuación 8: Mostrar que la vulnerabilidad es compartida y atenderla.

La sensación de unión es una fuerte fuente de energía y de flexibilidad en tiempos de crisis, pero también es un recurso frágil. Además, es obvio que si una parte de un colectivo hiperacentúa sus dificultades enseguida más pronto que tarde el conjunto del colectivo tendrá más problemas. En tiempos de dificultad generalizada es especialmente clave reconocer y mitigar las desigualdades de riesgos y cargas dentro de los grupos, al mismo tiempo que se comparten algunas formas de vulnerabilidad.

 #9. Aprendizaje social: La confusión y la falta de información son peores de manejar que las verdades, aunque sean verdades incómodas.

En situaciones de incertidumbre general la mayoría de las personas redoblan sus esfuerzos para tener en su mente una visión coherente de la realidad. No disponer de información concreta o creíble puede generar angustia y favorecer el abandono de las actitudes más prácticas o positivas. No poder compartir puntos de vista alternativos o críticas constructivas puede conducir a la desconexión o la hostilidad, incluso entre personas originalmente muy comprometidas.

Sugerencia de actuación 9: Compartir la información y facilitar activamente la comunicación entre las personas

Es vital mantener operativos los canales de comunicación con las personas y grupos afectados por problemas. El enfoque a la hora de cuidar la comunicación puede guiarse por tres principios: compartir la información disponible, comunicar los límites del conocimiento en cada momento (qué es lo que se sabe y lo que no se sabe), y cuidar los flujos de comunicación interactivos y bidireccionales. La idea es actuar sobre la base de que como especie humana estamos emocionalmente mejor preparados para convivir con verdades difíciles pero compartidas con otros que con confusión extrema o incertidumbres estresantes.

 #10. Aprendizaje social. Cuidar las relaciones en cada grupo es un factor crítico de resiliencia colectiva.

Era ya bien conocido antes del Covid que el aislamiento social afecta negativamente a la salud mental y a la salud física. Las personas que están bien integradas en una comunidad cohesionadora con relaciones saludables tienen menos probabilidades de sufrir por emociones negativas, incluso cuando tienen que enfrentar acontecimientos estresantes. 

Sugerencia de actuación 10: En crisis, facilitar la continuidad de las relaciones sociales y cuidar con buen criterio nuestra manera de relacionarnos.

Para mantener las capacidades colectivas de resiliencia es importante evitar al máximo las situaciones de aislamiento de personas o de grupos. Propuestas como el confinamiento o el teletrabajo deben cuidar tanto la existencia y funcionalidad de otros medios para mantener la comunicación y las relaciones, como también deben incluir una llamada general a la importancia de mantenerse en contacto. Además, es también claro que las relaciones no son todas igual de valiosas como fuente de ánimo y de salud ante los problemas, la clave aquí está en que las relaciones generen aportaciones positivas de empatía, de seguridad, de autoestima, de información útil, de propósito común y de identidad compartida.

 

# Conclusión: Tenemos una oportunidad.

Un problema grave normalmente no se presenta solo. Muchos autores remarcan que cada gran adversidad genera de inmediato otras consecuencias adicionales nuevas no deseadas. Puede explicarse con miles de ejemplos, como cuando una guerra trae luego de inmediato pobreza, o como cuando la actual pandemia genera problemas añadidos en muchos sectores de actividad.

Una vez que la actual crisis sanitaria vaya pasando, podremos preguntarnos si de cara a los nuevos problemas que puedan venir detrás estamos condenamos a padecerlos igual, o si por el contrario durante este tiempo de pandemia habremos sido capaces cada uno en nuestro entorno de articular y de fortalecer formas eficaces de actuación social ante las dificultades.

Tenemos una oportunidad. En una visión optimista y práctica, tenemos la oportunidad en cada grupo humano pequeño, grande o muy grande de desarrollar durante la pandemia actuaciones adecuadas de colaboración y de resiliencia colectiva. Esas actuaciones adecuadas podemos además continuarlas y reforzarlas, de manera que de cara a lo que sea lo siguiente consigamos tener en cada grupo una capacidad incluso mejor para seguir adelante. Ese es el reto y esa es la oportunidad real que tenemos.

 

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Podemos pensar ahora:

  • ¿Cuáles de estos aprendizajes sociales te ayudan a comprender mejor algo de lo que ves o has visto en tu entorno durante esta pandemia?
  • ¿Cuáles de estas sugerencias de actuación puedes tú personalmente reforzar como una contribución valiosa en tus entornos de convivencia?

 

Nuestro agradecimiento otra vez para los autores del artículo original, Guy Elcheroth y John Drury (British Journal Of Psychology, 2020).

Dejamos aquí también un enlace a nuestro abantianBIT anterior: «Vivir y trabajar en incertidumbre, 10 ideas clave«.

Un abrazo grande. Ánimo todos.

 

 

Javier Martín Aldea
Formador-facilitador abantian

Email: jmartinaldea@abantian.es
linkedin: es.linkedin.com/in/javiermartinaldea
twitter: @jmartinaldea
www.abantian.es

 

 

Javier Martín Aldea
Formador Facilitador abantian

Tel: +34 695 788 915 | Email: jmartinaldea@abantian.es

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