8 frases o pensamientos que denotan poca inteligencia emocional o inteligencia social

Tal y como decía el autor del modelo de “Comunicación No Violenta” y del libro con el mismo título, Marshall Rosenberg, para progresar en la vida a menudo no es necesario ser especialmente inteligente, pero sin embargo es muy importante no hacer nada estúpido.

 

Y a veces podemos caer en la tentación de tener pensamientos, o incluso expresar, frases que son emocionalmente y socialmente poco inteligentes y prácticas.

 

Hacemos aquí un resumen de 8 frases a evitar en la medida de lo posible.

1 “no puedo …”
2 “yo soy así”
3 “me saca de quicio…”, “me siento así por tu culpa…”
4 “me da igual cómo te sientas”
5 “estás equivocad@”, “eso no es así/verdad”
6 “mira cómo te pones!”, “Tus sentimientos son irracionales”
7 “todo esto es tu culpa”, “es culpa de …”
8 “sabía que pasaría esto…”

 

1 “no puedo …”

Una autofrase típica suele ser la declaración de alguna limitación, “yo no puedo hacer esto”, “no seré capaz de”, “no puedo evitar …”, “no puedo con …”

 

A menudo son creencias auto-limitantes. Es cierto que no podemos hacer cualquier cosa que nos propongamos, pero en general muchas personas tenemos frases aprendidas que nos auto-limitan en el desarrollo de nuestras posibilidades, capacidades y talentos. Por eso nos resultan inspiradores los ejemplos de personas que han conseguido hacer cosas extraordinarias.

 

En su lugar podemos probar con frases positivas, aunque no sean tan ambiciosas, “esto es difícil, pero haré todo lo que esté en mis manos”, “no tengo garantías de éxito, pero puedo intentarlo de esta forma…”

 

2 “Yo soy así”

Seguramente hemos bailado en alguna fiesta el pegadizo estribillo de declaración de la rebeldía de Alaska “yo soy así, así seguiré, nunca cambiaré…”. Pues que triste verse como una persona que no cambia ni evoluciona.

 

Por supuesto que es muy importante mantener nuestra personalidad y esencia, pero estamos muy lejos de perderla. Las personas que se ven inamovibles y que ponen excesiva energía en mantenerse en sus posiciones generalmente adolecen de alguna inseguridad.

 

Sin embargo, las personas con más seguridad y autoestima se ven y se expresan como alguien flexible que puede aprender de cualquier situación y evolucionar. Además, las personas rígidas son en general interlocutores menos apreciados.

 

En su lugar podemos probar frases como “en esa situación no he estado bien…”, “yo he estado así, pero no soy así…”, “me interesa tu punto de vista, tú ¿cómo me has visto?”, …

 

 

3 “me saca de quicio…”, “me siento así por tu culpa…”

Atribuir a los demás el poder de afectar nuestros sentimientos, incluso nuestro comportamiento, demuestra poca capacidad de autorregulación.

 

Nosotros somos los únicos responsables de nuestros actos y de nuestros sentimientos. Por supuesto, eso requiere trabajar mucho nuestros niveles de consciencia y responsabilidad en cada situación, especialmente en aquellas que más nos cuestan. ¿Por qué a veces nos sentimos de uan forma determinada, y qué consecuencias tiene eso?

 

En su lugar podemos probar frases como “ahora me estoy sintiendo así, pero si tengo esto en cuenta, también puedo sentirme de esta otra forma… “

 

 

4 “Me da igual cómo te sientas”

A veces la rabia, la frustración o el enfado pueden llevarnos a menospreciar los sentimientos de los demás, pero es algo peligroso. La incapacidad de comprender cómo se sienten otras personas se llama psicopatía, y es un trastorno de consecuencias dramáticas.

 

La inteligencia emocional pasa por entender y gestionar nuestras propias emociones, pero también por reconocer y gestionar adecuadamente las emociones de nuestros interlocutores, por supuesto.

 

Reconocer las emociones de los demás, y expresar esa comprensión, no denota poca personalidad, ni le otorga más razón o poder en una situación concreta, sino todo lo contrario.

 

En su lugar podemos probar frases como “siento que te sientas así (aunque no estoy de acuerdo con…)”, “comprendo cómo te sientes pero ten en cuenta que ….”.

 

 

5 “estás equivocad@”, “eso no es así/verdad”

Ya sabes que no estás en posesión de la verdad única y absoluta, o deberías. Casi todo en la vida es complejo y tiene muchos matices, a veces inabarcables para una única persona normal como tú y yo.

 

Las personas emocional y socialmente inteligentes se muestras abiertas a las opiniones y perspectivas de los demás, incorporando las mismas a sus propios criterios, de forma que evolucionan y aprenden de los demás.

 

En su lugar podemos probar reflexiones o expresiones como “seguro que esta persona es inteligente también y tiene una experiencia / opinión distinta”, “me interesa tu perspectiva, ¿tú cómo lo ves?”, “qué curioso, no pienso igual, pero me interesa tu opinión… ¿por qué lo ves así?”

 

 

6 “Mira cómo te pones!”, “Tus sentimientos son irracionales”

Todos los sentimientos y emociones son válidos y cumplen una función regulativa. Las personas tenemos diferentes formas de gestionar nuestras emociones y reaccionar ante situaciones, y eso está bien así. Todas las emociones se pueden comprenden, y si nos parecen irracionales pueden ser más un déficit nuestro de comprensión, que de la otra persona de autocontrol.

 

La clave es conectar con cómo se está sintiendo la otra persona y hacérselo saber, “veo cómo te sientes, y lo acepto”. Aunque no entendamos exactamente a nuestro interlocutor ni cómo se siente, está el principio de realidad, como mínimo tendremos que aceptar sus sentimientos.

 

En su lugar podemos decir “veo y acepto cómo te sientes, ¿me puedes ayudar a comprender un poco más en detalle cómo te sientes y por qué?”

 

 

7 “todo esto es tu culpa”, “es culpa de …”

Atribuir toda la responsabilidad de un sucedido a una sola persona es un error de concepto o de cálculo. El concepto culpa además proviene de nuestra tradición y no es muy útil para la vida en sociedad.

 

Hay muchísimas cosas que no son culpa nuestra, pero es responsabilidad nuestra contribuir a que mejoren. Cualquier mal, la situación de la sociedad, los ambientes de trabajo, el cambio climático, etc… ninguna son culpa tuya, pero casi seguro que es responsabilidad tuya contribuir a que mejoren, desde el el momento en que tenemos alguna influencia.

 

Pasar de buscar el culpable  buscar la solución requiere hacernos preguntas como “de qué manera puedo mejorar esta situación?”; “¿qué puedo hacer yo, de lo que está en mis manos, para mejorar esta situación?”

 

 

8 “Sabía que pasaría esto…”

No, no lo sabías. Muchas veces crees que va a pasar algo y luego no pasa, pasa exactamente lo contrario. Afortunadamente nuestras vidas no están escritas, las escribimos sus protagonistas, nosotros, con cada decisión y cada reacción.

 

Por supuesto a veces acertamos, pensamos que va a ocurrir algo, y luego más o menos ocurre, pero no podemos saber a ciencia cierta. Las personas que piensan así, normalmente contemplamos menos posibilidades y distinguimos menos matices en las cosas que ocurren.

 

En su lugar podemos probar frases del tipo “había ciertas posibilidades de que pasara… “, “no sé qué pasará, puede pasar cualquier cosa…”

 

 

La inteligencia emocional e inteligencia social son campos infinitos de evolución y aprendizaje personal. Es indudable que en general no son capacidades que se nos ayudan a desarrollar en los sistemas educativos, y por lo tanto está en nuestras poder identificarlos, aprovechar para conocernos y autorregularnos mejor, y para conectar mejor con otros.

 

 

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