Tal y como decía el autor del modelo de “Comunicación No Violenta” y del libro…
Jefes buenos y jefes malos: 7 rasgos en los que trabajar para ser mejores responsables de equipo
En un reconocido estudio realizado hace unos años a nivel estatal, a la pregunta “¿cambiarías tu jefe a ciegas? La mayoría de las respuestas fueron afirmativas. Esta respuesta ilustra un fenómeno archiconocido que todas las personas hemos sufrido alguna vez, un mal jefe. Los malos jefes aparecen cada vez más en la literatura, el cine, el teatro, a veces en el género de la comedia, pero cuando lo vives en tus carnes cae en el género del drama y el terror.
Igual que en los ingredientes de algunos productos advierte “¡Atención! Puede contener trazas de cacahuete”, en las entrevistas de selección o en la incorporación a algunos equipos bajo la responsabilidad de determinados jefes, debería advertir ¡Atención! Puede contener trazos o rasgos de …” alguna de estas variantes.
Por supuesto, por descontado, nadie reúne todos los rasgos, ni todo el tiempo, casi seguro nadie es tan malo. Pero tampoco nadie es tan bueno como para no haber tenido nunca ninguno de estos rasgos para con ninguno de sus colaboradores
1. LA TIRANÍA, EL RESPONSABLE AUTORITARIO
El responsable autoritario tiende en exceso a tomar decisiones de forma unilateral. No hace falta ser un tirano todo el día, basta con excederse parcialmente en algún momento clave para parecer algo autoritario. El secreto está en la cantidad, por supuesto que hay decisiones a tomar, pero si queremos desarrollar un equipo, es imperativo ceder cuota de poder y decisión.
CÓMO EVITAR ESTE RASGO (para los jefes): Incrementar la confianza en los colaboradores, su inteligencia y sus criterios. Compartir con ellos suficiente información y prioridades para que puedan hacer contribuciones con mayor acierto.
CÓMO NEUTRALIZAR JEFES CON ESTE RASGO (para los colaboradores): Una forma directa y arriesgada es poner el tema encima de la mesa y reclamar cuota de participación en las decisiones del equipo.
Más sutilmente también podemos presentar nuestras ideas parcialmente de forma que el jefe pueda completarlas también y presentarlas prácticamente como propias. Puede ser doloroso pero es parte del proceso de ayudarle a ganar consciencia.
2. LA MICROGESTIÓN, LA NECESIDAD DE CONTROLARLO TODO
Este responsable pone excesiva atención y celo a infinidad de detalles, con una clara inclinación por sus preferencias. Sabe y marca con claridad como tienen que ser las cosas, a su manera, con altos niveles de rigidez o bajos niveles de tolerancia a lo diferente. Los colaboradores se sienten constantemente corregidos y micro monitorizados lo cual influye en su motivación y nivel de frustración.
CÓMO EVITAR ESTE RASGO (para los jefes): Es importante ser claros sobre las expectativas concretas que tenemos con cada tarea del equipo, pero aún lo es más estar flexibles con sus maneras de proceder. Un liderazgo situacional, más adaptativo al nivel de dificultad de cada reto y al nivel de preparación del equipo también puede resultar muy eficaz.
CÓMO NEUTRALIZAR JEFES CON ESTE RASGO (para los colaboradores): Por supuesto, van a funcionar los colaboradores flexibles que son ágiles en comprender las expectativas concretas y el estilo preferente de su responsable. Para ello es buena idea preguntar con frecuencia sobre prioridades, preferencias y sensibilidades, y solicitar feedback correctivo en la medida en la que sea sostenible.
Igualmente exhibirá un comportamiento muy orientado a corregir, pero no podemos olvidar que una corrección no anula la calidad genérica de un trabajo.
3. EL COLEGUEO, EL JEFE AMIGO
Este jefe tiene un estilo excesivamente cercano, a veces como si quisiera ser uno más. se une excesivamente a los momentos informales como tomar un café o algo, comer juntos o quedar después del trabajo. A veces participa en exceso de cotilleos o cae en favoritismos con colaboradores concretos.
CÓMO EVITAR ESTE RASGO (para los jefes): Asumir la responsabilidad de liderar un equipo incluye asumir que no se puede ser uno más. Está bien generar toda la confianza posible con el equipo y con cada miembro, pero hay que acertar a marcar y mantener las distancias. Respresentamos a la organización y sus intereses, y debemos evitar transmitir al equipo nuestras dudas y discrepancias con la dirección, la estrategia, etc… Una recomendación en esta línea también es mantener el cumplimiento de reglas y límites a raya, siendo especial buen ejemplo.
CÓMO NEUTRALIZAR JEFES CON ESTE RASGO (para los colaboradores): A estos responsables hay que ponerles límites por ejemplo rechazando alguna invitación a confraternizar en exceso. Una de las dificultades está en mantenerse firme en esos límites ya que a veces pueden ser muy persistentes en sus estrategias, pero también hay que encontrar la medida adecuada, ya que no podemos rechazarlo en todo. Será importante que nos vea como alguien abierto a la relación, pero sin caer en mezclar el rol de jefe y de colaborador.
4. LA INCOMPETENCIA, LE FALTA PREPARACIÓN
Este responsable de equipo probablemente fue promocionado por equivocación, o excesivamente pronto, quizás no había otra alternativa mejor, o hubo un error en la selección y reclutamiento. Lo más seguro es que no sea totalmente incompetente, algunas habilidades y méritos tendrá, pero en algunos aspectos algunas personas de su equipo observan lagunas importantes.
CÓMO EVITAR ESTE RASGO (para los jefes): Una de las medidas más eficaces puede ser mostrarse abiertamente y honestamente vulnerable ante el equipo, adquirir y expresar consciencia de nuestras limitaciones, compartirlas con el equipo y pedir ayuda. Pedir feedack y sugerencias de mejora o feed-forward también puede ser muy útil. Finalmente, seguir formándose en liderazgo y gestión de equipos, reuniones, etc…
CÓMO NEUTRALIZAR JEFES CON ESTE RASGO (para los colaboradores): Probablemente en alguna materia tenemos más experiencia o criterio, y lo más útil puede ser compartirla con el responsable, de forma que podamos ayudar y contribuir a su forma de llevar el equipo. El proceso puede ser frustrante, pero conseguiremos ayudar al responsable y al equipo en su conjunto.
5. EL AISLAMIENTO, EL ROBOT, EL JEFE NO HUMANO
Este tipo de responsable gestiona a las personas como si fueran un recurso, en base a datos. Protegido en una burbuja de profesionalidad y formalismos, no hace esfuerzos por acercarse y conectar con sus colaboradores, y termina resultando un responsable distante y aislado.
CÓMO EVITAR ESTE RASGO (para los jefes): Conocer a cada persona del equipo, mantener conversaciones para comprender mejor a las personas, sus motivaciones, sus deseos y sus miedos, etc… ver a la persona que hay detrás de cada profesional e intentar ayudarles a evolucionar en su vida profesional.
CÓMO NEUTRALIZARLOS (para sus colaboradores): Es importante relacionarse con este tipo de responsable en sus propios términos, en base a datos, indicadores y KPIS, etc… Para cumplir con sus expectativas será importante comprender qué busca y qué prioriza. Progresivamente, según vamos cumpliendo con sus exigencias podemos intentar acercarnos y establecer una relación algo más cercana, pedirle reuniones individuales, responder a un email con una llamada o acercarnos a tener una conversación, etc…
6. LA IMPULSIVIDAD, EL JEFE PARACAIDISTA, LLEGA, EXPLOTA Y SE VA
El paracaidista tiene cierta tendencia a aparecer por sorpresa con un tema a tratar o un problema a resolver, dejarlo ahí y desaparecer para dedicarse a otras tareas más importantes. No se queda a trabajar con el equipo, compartir información y datos necesarios, discutir y generar alternativas para poder ser más resolutivos y eficientes. En los casos más extremos sólo interactúa con el equipo para despachar marrones, y además, lejos de ayudar, a menudo empeora las cosas.
CÓMO EVITAR ESTE RASGO (para los jefes): El enfoque puramente reactivo del paracaidista se trabaja con enfoques más proactivos, con reuniones periódicas en las que se tratan las prioridades, y con una forma más implicada y comprometida de remangarse a resolver los problemas junto con el equipo.
CÓMO NEUTRALIZAR JEFES CON ESTE RASGO (para los colaboradores): El enfoque más eficaz con los paracaidistas es un enfoque grupal, buscar una forma colectiva de compartir que su forma tan abrupta de atender los temas genera ineficiencias y que sería mejor buscar juntos tratamientos compartidos a los problemas y retos.
7. LA CREATIVIDAD, EL JEFE VISIONARIO, EL JEFE IDEALISTA
Este tipo de responsable es muy creativo e innovador, pero carece de la disciplina y consistencia para aterrizar y llevar los planes a cabo, para lo que confía en el equipo.
CÓMO EVITAR ESTE RASGO (para los jefes): Para no caer en el visionario, es importante que el responsable del equipo tenga un hábito de trabajar con planes, objetivos y prioridades, e inhibir en cierta medida ese impulso y energías creativas que pueden llevar a quemar un equipo persiguiendo quimeras.
CÓMO NEUTRALIZAR JEFES CON ESTE RASGO (para los colaboradores): La mejor manera de trabajar con ellos es ayudándoles a dar un baño de realidad a sus ideas. Intentar aterrizar las ideas descomponiéndolas en acciones concretas, y preguntándoles sobre tiempos y recursos disponibles puede resultar en un enfoque más realista del trabajo de todo su equipo. Las preguntas pueden disuadir de perseguir las ocurrencias menos realistas, y ayudar a priorizar y planificar mejor las ideas que realmente sean buenas.
Seguro que puede haber otros rasgos típicos en los jefes de estilo más bien reductor y menos multiplicador (ver abantianBIT sobre liderazgo multiplicador), hemos intentando recoger aquí los principales y más frecuentes.
Si llevas un equipo, este mismo esquema de 7 rasgos, puestos en una escala de 1-10 por ejemplo sería una herramienta bastante buena para obtener cierto feedback de cómo te ven… ¿qué te parece, te atreves?
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Ion Uzkudun Amunarriz
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