Cultivar un legado, una de las formas de desarrollar el sentido de propósito, el compromiso y la motivación en el trabajo

El sentido de propósito es una de las fuentes de motivación intrínseca más potentes y al mismo tiempo una palanca para activar el compromiso y la motivación en el trabajo. El propósito se entiende como la fuerza que nos da concebir nuestro trabajo, nuestra labor, como algo que transciende nuestras necesidades individuales personales. (Duración vídeo 2m 36s)

Una de las formas de trabajar el propósito es pensando en las personas de nuestro entorno, los compañeros de trabajo, los clientes internos o externos, los destinatarios de lo que producimos. Todo lo que hacemos y decimos tiene un impacto en el entorno, y cómo lo hacemos también (a veces sólo podemos elegir las formas). Podemos pensar en cómo queremos que sea ese impacto, y cómo es en realidad en la actualidad. El vídeo de Frankley Covey nos ayuda a pensar, ser más conscientes y responsables, con el concepto de legado.

Daniel Pink en su bestseller “La sorprendente verdad sobre qué nos motiva” desarrolla 3 fuentes de motivación: el propósito, la autonomía y la maestría. El legado se nutre de las 3 fuentes, pero creemos que especialmente se apoya e inspira en el propósito. Podemos trabajar el propósito desde diferentes enfoques. En todos ellos las preguntas en común son las mismas: para qué estamos haciendo lo que hacemos en nuestro trabajo, y qué impacto tenemos en los interlocutores con los que interactuamos.

Todos conocemos compañeros que nos ayudan a estar bien, que sacan lo mejor de nosotros … y por desgracia también conocemos otros compañeros con los que nos pasa lo contrario. ¿Qué piensan nuestros compañeros de nosotros? ¿Cómo se quedan después de interactuar con nosotros? ¿y nuestros clientes internos o externos? ¿y otras personas con las que trabajamos y compartimos proyectos, o equipo?

No estamos hablando de ser buenas personas. Estamos hablando de tener muy claro para qué estamos en nuestro puesto, y lo que queremos hacer de nuestro trabajo, de nuestras relaciones y de nuestra vida.

Otra forma de reflexionar y pensar en esto es a través del concepto de LEGADO. Todos vamos pasando por diferentes etapas en la vida, por diferentes entornos, proyectos, equipos y empresas.  ¿Qué legado dejamos en los proyectos, en los equipos, en los puestos de trabajo que dejamos, en las empresas por las que pasamos?

Una de las mejores contribuciones que podemos hacer es dejar un legado positivo, tanto en los contenidos de lo que hacemos por su rigor, por su nivel de calidad y profesionalidad, como en las formas de lo que hacemos, por ser respetuosos y apreciativos con el otro, empáticos y asertivos.

Si estamos a punto de dejar un puesto de trabajo, un equipo o incluso una empresa nos podemos preguntar:

– ¿Cómo vamos a dejar al equipo en el que estábamos para con las funciones y tareas que desempeñábamos nosotros?

– ¿Estamos dejando una transición fácil o difícil, estamos transmitiendo y capacitando a las personas que nos van a sustituir?

– ¿Qué legado quieres dejar tú?

– ¿Qué legado estás dejando en la actualidad?

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