Los 4 ingredientes de la empatía según Brené Brown, incluye ejemplos y ejercicios

Brené es una de las primeras personas a las que oímos hablar en profundidad de la importancia de tener empatía y mostrarse vulnerables para ejercer un liderazgo eficaz, en lugar de intentar parecer invulnerables.

La empatía es esencial en el liderazgo, en el trabajo en equipo, en las interacciones internas y externas, con clientes, con proveedores,… y por supuesto, fuera del trabajo, y dentro de casa.

En este vídeo la académica y autora Brené Brown de la Universidad de Houston nos expone los 4 comportamientos a cuidar a la hora de expresarnos de forma empática. Durante los últimos quince años se ha dedicado a estudiar temas diversos, incluyendo la vulnerabilidad, el coraje, la vergüenza, y la empatía.​ Es autora de tres Nº 1 del New York Times Best sellers: Los Dones de la Imperfección (2010), El poder de ser vulnerable (2012), y Más fuerte que nunca (2015).

Es cierto que a veces no buscamos ser especialmente empáticos, pero cuando al contrario, sí queremos, porque la persona nos importa, porque la situación es compleja, a menudo nos cuesta acertar con la combinación perfecta.

Tal y como cita Brené Brown, parte de los 4 hábitos que ya había identificado la doctora Terese Wiseman en sus investigaciones:

1. Tener perspectiva, la habilidad de tomar la perspectiva de otra persona, o reconocerla como la verdad de esa persona.
   Seguramente a veces nos cuesta comprender profundamente todo el contexto que rodea a cada persona, su histórico vital y emocional con todos sus matices, para comprender cómo está realmente.
   ejercicio: Te sugiero algunos ejercicios prácticos como por ejemplo intentar comprender perspectivas de personas muy alejadas a tus posicionamientos habituales. Qué hacer que esas personas estén así, piensen así, se sientan así…
2. No emitir un juicio de valor, no verlos desde un enfoque crítico, apreciar al otro como ser humano.
   Es muy difícil no etiquetar, no evaluar, no pensar en si lo que nos expone alguien nos parece bien o mal, estamos a favor o en contra. El primer paso ayuda a este segundo. No somos jueces, ni nadie nos pide juzgar, podemos conseguirlo. Aceptación de las diferencias, tolerancia a la diversidad,…
   ejercicio: Te sugiero ver declaraciones de personas públicas, de la política, del mundo del deporte, de la televisión, sin filtros, haciendo un esfuerzo específico por quitar todo prejuicio o etiqueta, y atender sólo al contenido de lo que comparte.
3. Reconocer las emociones en otras personas, comprender lo que están sintiendo, las emociones y su intensidad.
   Empatía es ser sensible a otras personas. Conectar con cómo se están sintiendo, el tono de la emoción y la intensidad con la que viven esa emoción, podemos escuchar atentamente las palabras y la forma de expresarlas, podemos observar el lenguaje no verbal que acompaña su discurso.
   ejercicio sugerido: ver fragmentos de películas o poner la televisión sin sonido, o en otros idiomas, para intentar comprender sólo la emocionalidad que acompaña el mensaje.
4. Transmitir esa comprensión, hacerles ver que les entendemos. No tenemos porque estar de acuerdo, ni con su interpretación de la situación ni con su reacción, pero podemos igualmente empatizar y transmitir nuestra comprensión de cómo se siente.
   ejercicio sugerido: utilizar con más frecuencia frases conectoras sencillas: “creo que entiendo cómo te sientes”, “puedes contar conmigo, ¿cómo te puedo ayudar?”, …

Me gusta pensar también en por qué diferentes razones no conseguimos alguna de ellas:

1. NO Tener perspectiva: estamos tan centrados en nosotros, en nuestro dolor, en nuestro problema, en nuestro reto, en nuestros objetivos, que no tenemos capacidad de procesamiento, no dedicamos tiempo a pensar cómo se siente la otra persona. También puede pasar que estamos tan seguros de que nuestra perspectiva es la buena y/o la verdadera, que no queremos entender que otras personas tengan otra visión, otras percepciones.
2. SÍ juzgar: somos máquinas etiquetadoras, nos hemos habituado a estar permanentemente juzgando, haciendo una lectura crítica, de si cada cosa está bien o no, de si nos viene bien o no.
3. NO comprender las emociones ajenas: si estamos excesivamente centrados en nosotr@s mism@s, es mucho más difícil que podamos comprender a los demás. Además puede haber dificultades por no entender bien lo que dicen, o no estar habituados a sus expresiones verbales y no verbales.
4. NO Transmitir esa comprensión: un clásico suele ser comprender a esa persona que tenemos delante, pero no se lo transmitimos, o al menos no con suficiente claridad y detalle. Mucho cuidado aquí con las formas que utilizamos.

abantianTIPs Contra-ejemplos, frases malas, qué no hacer, errores de conexión:

• intentar relativizar: «bueno, en realidad no es para tanto, te estás ahogando en un vaso de agua…»
• intentar resolver: «lo que tienes que hacer es dejarte de xxx y decirle xxx…»
• intentar superar: «pues eso no es nada, a mí me pasó algo todavía más xxx…

abantianTIPs buenos ejemplos, frases buenas, qué SÍ hacer, pautas de conexión:

1. Escuchar en silencio, sin perder mirada ni conexión no verbal
2. Acompañar con gestos que transmitan comprensión y acompañamiento
3. Expresar que comprendemos las emociones y por qué se siente así: «te estoy escuchando y lo que cuentas suena difícil»
4. Preguntar y pedir más información: «¿me quieres contar algo más sobre el tema xxx?».
5. Ofrecer ayuda, pero sin marcar soluciones: «¿cómo puedo apoyarte en este tema?», o quitando dificultades: «¿puedo hacer algo para que te resulte menos difícil?»
6. Ayudar a ver opciones: ¿y ahora que me has contado todo esto, cuáles son algunas de las opciones?»

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