Este verano 2024 se ha publicado la versión en castellano del libro “Motivar Personas” de…
Team Hoyt, un ejemplo inspirador de resiliencia, consciencia, responsabilidad, innovación, y otras tantas cosas buenas
Si al nacer su hijo los doctores le dicen a los padres que será un «vegetal» debido al sufrimiento fetal sufrido durante el parto, lo normal es que los padres se derrumben y queden destrozados. La pregunta es ¿qué hacen después con los trozos?
Team Hoyt o Equipo Hoyt es el nombre de un equipo formado por el «discapacitado» Rick Hoyt (1962) y su padre Dick Hoyt (1940). (Enlace wikipedia https://es.wikipedia.org/wiki/Equipo_Hoyt)
Los padres de Rick desoyeron la recomendación de los doctores de asumir que sería un vegetal e internarlo en una institución especializada y decidieron darle lo mismo que a un hijo normal. Le intentaron dar el mismo trato que a un niño normal, e integrarlo en el sistema educativo. Cuando rondaba los 10 años un equipo técnico decidió crear un ordenador para que se pudiera comunicar con el resto. Decidieron que era inteligente al observar que se reía con los chistes, y que eso denotaba inteligencia. En 1975 fue finalmente admitido en una escuela pública. En 1977 Rick les comunicó a sus padres que quería correr en una carrera benéfica para ayudar a un deportista que se había quedado paralítico. Su padre le empujó en la silla de ruedas durante las 5 millas, y terminaron al lado del último, pero sintieron que habían logrado un triunfo. Esa noche, Dick recuerda: “Rick nos dijo que no se había sentido como un discapacitado mientras competía”… su padre Dick no necesitaba oir nada más. Desde entonces han recorrido 240 triathlones, varios Ironmans, 69 maratones y un sinfin de carreras de «menor categoría».
En el camino Rick ha aprendido a comunicarse a pesar de sus limitaciones, ha sacado un título universitario, trabaja y tiene su propio apartamento. Además siguen participando en carreras, han creado una fundación para ayudar a jovenes discapacitados y dan conferencias (The Hoyt Foundation).
Lo increíble, como si hasta ahora todo el resto fuera creíble, es que hace unos años Dick, el padre, sufrió un ataque al corazón, no muy severo, durante una carrera. Los médicos encontraron que una de sus arterias estaba 95% obstruida. “Si no hubieras estado en tan excelente forma,” le dijo uno de los médicos que lo atendía, “probablemente hubieras muerto hace 15 años».
Entonces, de alguna manera, Dick y Rick se salvaron el uno al otro.
Desde aquí nuestro más humilde y respetuoso homenaje a todas las personas que luchan en contra de dificultades grandes y pequeñas, y a todos aquellos que trabajan para que las personas desfavorecidas despleguen su potencial.
En un cliente para el que trabajamos, una persona que trabaja a su vez con colectivos discapacitados arremetió contra el propio nombre descriptivo («discapacitados») con un razonamiento: «todos somos discapacitados en cierta manera, y ellos (los comúnmente conocidos como «discapacitados») son capaces de cosas increíbles de las que el resto de los mortales a veces somos incapaces». «Discapacitado» es una palabra y una etiqueta claramente limitante, no sólo para «ellos», sino también para «el resto» que así los denomina, los etiqueta y los percibe.
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