Skip to content

Vivir y trabajar con incertidumbre, 10 ideas clave. Ánimo todos en tiempos de Covid-19

Escribimos este artículo abantianBIT en abril-2020 en tiempos de coronavirus, en días en los que en muchas empresas están pensando en cómo y cuándo podrán retomar su actividad, con emociones de todo tipo en sus personas y con un clima general extendido de incertidumbre gigantesca respecto a las semanas y meses que tenemos por delante. Compartimos este texto queriendo aportar algo útil en esta situación.

Hemos revisado todo lo mejor que conocemos sobre vivir y trabajar en tiempos de incertidumbre. Como propuesta-resumen, éstas son nuestras 10 claves. De la 1 a la 5 tienen más que ver con un enfoque de pensamiento, y de la 6 a la 10 tienen más que ver con un enfoque para la acción.

1  Aceptar la convivencia con no-certezas  2  Tener claro cómo quieres recordarte

3  Enfocarte en lo que tú o con tu entorno sí puedes controlar  |  4  Aprender cosas

5  Aferrarte a tus “rocas seguras”  6  Hablar con otros y contribuir con otros

7  Tomar acciones y nuevas rutinas  |  8  Dibujar escenarios y planes de acción alternativos

9  Mantenerse actualizado  |  10 Cuidarse y cuidar a los demás

______________________________________________________________

1. Aceptar la convivencia con no-certezas

En incertidumbre aceptar la convivencia con no-certezas es lo primero. Llevamos ya suficientes días conviviendo con el Covid-19 como para tener efectivamente aceptado que todo esto está aquí y que está ocurriendo de verdad. Aceptar la convivencia con esta situación incluye aceptar realidades inimaginables hace pocas semanas, incluye aceptar ahora la convivencia temporal con medidas y circunstancias extraordinarias en nuestra vida y en nuestro trabajo. Aceptar incluye mantenerse responsable y comprometido asumiendo la incertidumbre y la falta extraordinaria de certezas para el presente inmediato y para los próximos meses. Hagámonos la pregunta: «¿Qué tengo yo que aceptar ahora en mi vida y en mi trabajo?», ¿Con qué incertidumbres y con qué fuentes de estrés y de tensión derivadas de esas incertidumbres tengo que aceptar convivir ahora?

2. Tener claro cómo quieres recordarte

¿Cómo quieres recordarte tú después de este tiempo? ¿Qué te gustaría recordar que has hecho en este tramo de tu vida? ¿Qué quieres dejar en la memoria de las personas de tu entorno y en la tuya propia respecto a cómo te has comportado tú en esta situación? Pensar en ello y tener clara esa imagen nos ayuda a encontrar criterio y energía para el día a día y también para sobrellevar periodos difíciles más largos. Hay varias formas de ayudarse a visualizar esta imagen: podemos pensar en qué actitud y valores de comportamiento personal queremos mantener, podemos pensar en historias inspiradoras de otras personas o equipos que afrontaron y superaron periodos de dificultad y de super-incertidumbre. ¿Qué actitud tanto interna como visible queremos mantener y mostrar ahora cada uno de nosotros en nuestros diferentes ámbitos?

3. Enfocarte en lo que tú o con tu entorno sí puedes controlar

Ahora mismo muchas cosas muy importantes para ti están fuera de tu control o de tu certeza, pero hay también seguro muchas cosas que sí puedes controlar, cosas que sí puedes hacer, temas en los que sí puedes actuar. Es lo que llamamos el ámbito de responsabilidad o el círculo de influencia. Puedes hacer una lista de acciones posibles o de temas en los que puedes actuar y verás que no es pequeña ni poco importante. Y si trabajas un momento con esa lista enseguida verás que puedes hacerla crecer, que puedes ampliarla o detallarla, que puedes visualizar mejor tu papel en algunos temas y elevar tu nivel de compromiso y de contribución con algunas tareas. Es lo que llamamos ampliar o detallar el círculo de influencia: foco al máximo en lo que tú y tu entorno sí puedes o podéis controlar.que tu sí puedes controlar, y en lo que tú y tu entorno de trabajo sí podéis controlar. 

4. Aprender cosas

Observar con más detalle, incorporar información, elevar nuestro conocimiento y elevar así nuestras posibilidades de actuación. Aprender por ejemplo sobre las nuevas medidas de seguridad y salud, o sobre las posibilidades organizativas ahora, o sobre aspectos de nuestro trabajo, o sobre las herramientas de comunicación on-line,… o sobre posibilidades para el confinamiento en casa. También podemos aprender más sobre las personas con las que trabajamos, aprender más sobre nuestros colegas y compañeros y también más sobre nuestros clientes y usuarios. Podemos ayudarnos teniendo unas notas escritas o mentales sobre cosas que queremos aprender y/o sobre cosas que aprendemos cada día. Aprender más nos activa, eleva nuestro nivel de pensamiento y nos hace verdaderamente más capaces de poder aportar más y mejor en esta situación.

5. Aferrarte a tus «rocas seguras»

Tus rocas seguras son las ideas fundamentales que tú conoces y las que aún en un contexto de incertidumbre te siguen aportando certeza y seguridad. Las rocas seguras pueden ser cosas muy diversas: un criterio profesional o de negocio, una persona de referencia, una idea sólida, una buena costumbre, una rutina diaria,.. También son tus rocas seguras tus fortalezas personales o las habilidades que tú tienes, o incluso recuerdos positivos de ti mismo en experiencias difíciles anteriores. Cuando la incertidumbre crece podemos hacer dos buenas cosas con nuestras rocas seguras: por un lado podemos recordarlas y actualizarlas y traerlas con más claridad a nuestro pensamiento; por otro, podemos desarrollar nuevas rocas seguras: decidir una rutina nueva, un nuevo procedimiento correcto, o coordinar un buen plan de trabajo eficaz con otras personas. ¿Cuáles son tus rocas seguras? ¿Qué nuevas rocas seguras podrías generar? 

6. Hablar con otros y contribuir con otros

Hablar con otros, compartir, escuchar, observar, comunicarnos bien, empatizar. Solidaridad, apoyo mutuo, compañerismo, colaboración. En primer lugar porque hablar con otros nos ayuda a ordenar pensamientos. En segundo lugar porque al hablarnos podemos contribuir positivamente a las emociones de todos, podemos saludar, sonreir, mostrar cercanía o agradecer, o incluso podemos también propiciar momentos positivos de desconexión y de desahago. En tercer lugar porque cada persona que comparte una situación incierta con otros puede sentir ahora nuevas incertidumbres adicionales sobre las intenciones y posibles comportamientos de los demás, de manera que hablar y comunicarse normalmente reduce esas incertidumbres adicionales de unos sobre otros, también las de los demás hacia nosotros. Y finalmente, hablar con buen propósito nos potencia para la acción en colaboración. Podemos pensar: ¿Quiénes son los otros con los que yo podría o debería hablar ahora? ¿Cómo puedo avanzar en esa buena comunicación con ellos? ¿Cómo mostrar cercanía y certeza de apoyo mutuo colaborativo? ¿Qué cosas podríamos o deberíamos hacer en colaboración? 

7. Tomar acciones y nuevas rutinas

La incertidumbre nos paraliza y nos desanima, pero podemos crecer en nuestro sentido de la responsabilidad y de la determinación. Llamamos resiliencia a la capacidad de una persona o de un colectivo para atravesar periodos adversos traumáticos sin perder su capacidad de acción. Llamamos proactividad a tener una actitud de impulso de autoexigencia y superación para producir mejoras. Llamamos resolución al ánimo y al coraje para decidir acciones y completarlas. Si ocurre que la situación ha desorganizado en extremo tu día a día puedes decidir nuevas rutinas. La toma de acciones y las nuevas rutinas nos reducen la incertidumbre y nos dan una mental y de autoorganización para dar cada vez más pasos. ¿Qué acciones puedo o debo yo tomar ahora? ¿Cómo puedo organizarme para llevarlas a cabo? 

8. Dibujar escenarios y planes de acción alternativos

Definir escenarios posibles es una técnica muy conocida, consiste básicamente en tomar un dato variable principal incierto y suponerle varias posibilidades distintas de ocurrir, para a partir de ahí poder preparar diferentes planes de acción alternativos. Por ejemplo, en estos días de Covid-19 estamos viendo como muchos colectivos y sectores de actividad hablan de posibles escenarios y posibles planes de acción alternativos para diferentes fechas. La variable que tomemos puede ser la fecha o cualquier otra relevante: situación de nuestra plantilla, volumen de pedidos, disponibilidad de un recurso concreto,… A veces podemos tomar dos variables en lugar de una sola y representar los posibles escenarios en un gráfico visual tipo matriz. Trabajar con escenarios nos ayuda a canalizar nuestra inteligencia y nuestra energía, nos permite poder dialogar con mucha más eficacia y proactividad con nosotros mismos o con otras personas para decidir y preparar diferentes planes de acción alternativos. ¿Cómo puedes aprovechar tú esta técnica? ¿Cuáles son ahora las principales variables críticas inciertas en tu trabajo? ¿Qué escenarios principales pueden darse? ¿Qué planes de acción principales podrías o deberías preparar? 

9. Mantenerse actualizado

La incertidumbre es grande pero los temas pueden moverse y estar atento es fundamental. De lo que se trata es de tener bien identificadas tus fuentes clave de información y de mantener bien activada tu energía personal para el seguimiento continuo adecuado. En ocasiones para informarnos tendremos que dirigirnos a alguien para hacer una pregunta, una llamada, una reunión on-line o escribir un mensaje. Sabemos que en esos casos podemos encontrar respuestas de todo tipo que nos removerán nuestras emociones, tanto respecto al tema de fondo como respecto a esa otra persona y a la interlocución que mantenemos. Nos ayudará tener pensado cómo queremos empezar y terminar cada conversación de actualización y cómo haremos para aprovechar al máximo cada momento de diálogo. ¿Qué significa en tu caso mantenerte actualizado de forma correcta y productiva? ¿Cómo puedes hacerlo?  

10. Cuidarse y cuidar a los demás

La fatiga nos destroza y nos aleja de nuestra mejor versión. Descansar, dormir, hidratarse, alimentarse de forma saludable, cuidar nuestro estado físico y nuestro estado mental. En situaciones de incertidumbre sube normalmente la ansiedad y a veces sube paradójicamente también la carga de tareas a hacer. Asegurémonos de que cuidamos nuestras rutinas de vida saludable. Asegurémonos también de que nos organizamos bien, de que el tiempo lo dedicamos en lo posible según lo planificamos, de que nos asignamos tiempo suficiente para las tareas prioritarias y de que encontramos formas de agilizar cómo resolvemos otras. Asegurémonos finalmente además de que tenemos y cuidamos nuestras ventanas de relax: ejercicio físico, una afición, formas de distraernos, una compañía con la que nos sentimos bien, un tiempo tranquilo antes de dormir. Y, del mismo modo, podemos cuidar a los demás. También los demás tienen su carga. Asegurémonos de que para los demás, especialmente en situaciones de incertidumbre, su relación con nosotros es una fuente segura de ánimo y confianza y no una fuente de desgaste y de tensión. 

Y estas han sido nuestras 10 claves.

Un abrazo grande. Ánimo todos.

 

 

Javier Martín Aldea
Formador-facilitador abantian

Email: jmartinaldea@abantian.es
linkedin: es.linkedin.com/in/javiermartinaldea
twitter: @jmartinaldea
www.abantian.es

 

 

Javier Martín Aldea
Formador Facilitador abantian

Tel: +34 695 788 915 | Email: jmartinaldea@abantian.es

Esta entrada tiene 3 comentarios

Los comentarios están cerrados.

Volver arriba
Buscar

Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros para optimizar tu navegación, adaptarse a tus preferencias y realizar labores analíticas. Al continuar navegando aceptas nuestra política de cookies.

ACEPTAR
Aviso de cookies